Rasgos Raciales
- Altura media: 6’ 2’’ – 6’ 8’’
- Peso medio: 220-320 lb.
- Puntuaciones de característica: +2 a Fuerza, +2 a Carisma
- Tamaño: Mediano
- Velocidad: 6 casillas (5 pies cada casilla)
- Visión: normal
- Idiomas: común, dracónico
- Bonificadores de habilidad: +2 a Historia, +2 a Intimidar
- Poder Racial:Aliento de Dragon
Aliento de dragón Poder racial de dracónido |
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Al abrir la boca con un rugido, el mortifero poder de tu estirpe draconica estalla hacia delante envolviendo a tus enemigos. |
Encuentro * Acido, frío, fuego, relámpago o veneno |
Acción menor Corto explosión 3 |
Objetivos: todas las criaturas en la zona |
Ataque: Fuerza +2 contra Reflejos, Constitución +2 contra Reflejos o Destreza +2 contra Reflejos |
Impacto: 1d6 + modificador de Constitución al daño. |
Aumenta a un bonificador +4 y 2d6 + modificador de Constitución de daño a nivel 11º, y a un bonificador +6 y 3d6 + Constitución de daño a nivel 21º. |
Especial: cuando crees tu personaje, elige Fuerza, Constitución o Destreza como la puntuación que utilizarás cuando hagas tiradas de ataque con este poder. Además, debes elegir el tipo de daño del poder: ácido, frío, fuego, relámpago o veneno. Estas dos elecciones se mantendrán durante la vida de tu personaje, y no cambian ninguno de los otros efectos del poder. |
Características Físicas
Los dracónidos parecen dragones humanoides. Están cubiertos de una piel escamosa, pero no tienen cola. Son altos y de constitución fuerte, alzándose a menudo hasta los 6 pies y medio pesando 300 lb. o más. Sus manos y pies son garras fuertes, con tres dedos y un pulgar en cada mano. La cabeza de un dracónidos presenta un hocico chato, una frente amplia, y unas crestas características en las mejillas y orejas. Tras la frente, unas protuberancias escamosas parecidas a cuernos de distintas longitudes recuerdan a un pelo grueso y fibroso. Sus ojos son de color rojo o dorado. Las escamas de un dracónidos típico son escarlata, doradas, color oxido, ocre, bronce o marrones. Es muy raro que las escamas de un individuo sean similares al tono de un dragón cromático o metálico, y el abanico de colores no proporciona ninguna indicación del tipo de arma de aliento que utiliza un dracónidos. La mayoría de los dracónidos poseen unas escamas muy pequeñas sobre la mayoría de su cuerpo, lo cual da a su piel una textura similar al cuero, con zonas de escamas más grandes en los antebrazos, parte inferior de las piernas y pies, hombros y muslos.
Los dracónidos jóvenes crecen mas deprisa que los niños humanos. Pueden andar horas después de salir del huevo, alcanzan el tamaño y el desarrollo de un niño humano de 10 anos a los 3, y llegan a la edad adulta a los 15. Viven tanto como los humanos.
Descripción y Tierras Natales
Los dracónidos son una apuesta fusión de dragón y humano. Altos y musculosos, dotados con una fuerza increíble y unas grandes reservas de resistencia física, los dracónidos son combatientes ideales. A su potencia física hay que añadir su apego a una vida disciplinada, lo cual les proporciona la fuerza de voluntad necesaria para destacar en cualquier cosa que se propongan.
Los dracónidos de Tymanther son un pueblo desplazado, llevado a Toril durante el cataclismo de hace casi un siglo. En Abeir retornado, los dracónidos aún trabajan duramente para los Señores de los dragones, viviendo y muriendo según su capricho. Pero los de Tymanther son descendientes de dracónidos que rompieron los grilletes de la tiranía para combatir contra sus terribles amos. Una porción de su tierra duramente ganada de dracónidos libres se fusionó con Toril, separando a los tymantheranos de sus parientes. En las décadas transcurridas desde ese momento, los tymantheranos han tratado de olvidar la pena de su separación y han afrontado el hecho de que su reubicación puede haber condenado definitivamente a los que quedaron tras ellos a una nueva servidumbre. Aún así, incluso con este conocimiento torturándoles, los dracónidos de Faerün están libres de la opresión que ha definido su historia, y ahora miran hacia un brillante futuro en un nuevo mundo.
Como interpretar a un Dracónido en Toril
La cantidad de dracónidos que recuerdan los tiempos anteriores a la emigración es minúscula, pero prácticamente todos los dracónidos vivos de la actualidad tienen un pariente que ha sufrido bajo los dragones déspotas de Abeir. Aterradores cuentos que se narran entorno a las hogueras familiares y las recitaciones de historias orales en torno a la galería de la ciudad bastión de Djerad-Thymar (el jugador que coja esta raza puede preguntarme sobre esto) instilan en esa gente audaz un odio profundo y permanente hacia toda clase de dragones. Incluso aunque los dragones de Toril no tienen nada que ver con el terrible modo en que han sido tratados, los dracónidos albergan un odio que arde con la misma intensidad ahora que en el pasado. De hecho, aquellos que adoptan una vida de cazadores de dragones se cuentan entre los héroes mas elogiados de Tymanther.
Muchos dracónidos creen que librar una guerra eterna contra los dragones no puede ser su autentico propósito. Los dracónidos tymantheranos han aprendido que Faerün presenta muchas nuevas posibilidades, nuevas oportunidades sin ninguno de los prejuicios de su pasado. Los dracónidos están ansiosos de explorar y de extender la mano de la amistad a sus vecinos. Sin ningún deseo de entrar en guerra, los dracónidos trabajan duro para lograr relaciones pacificas con aquellos con los que se encuentran, y se esfuerzan por establecerse como una nación viable en el tapiz de tierras que conforman Toril. Desgraciadamente para ellos, lo extraño de sus costumbres y lo ambiguo de su origen provoca mucha suspicacia respecto a los dracónidos y sus motivos, lo cual convierte el forjar alianzas duraderas en un autentico desafío.
Los dracónidos siempre se an ceñido a una compleja serie de principios que guían sus creencias. Su sociedad esta muy organizada, con castas y expectativas sociales rígidas, pero donde mas se revela el sentido del honor de la raza es en el combate. Un dracónido siempre muestra respeto a sus enemigos. Pocos dracónidos se mancillaran empleando la traición para derrotar a sus adversarios, y dan a cada oponente la oportunidad de pedid merced del mismo modo honorable.
Esta adhesión a un comportamiento correcto eclipsa la visión de la raza respecto a los dioses. Ya que Abeir carecía de influencia divina, al menos del modo en que lo entienden la mayoría de los habitantes de Toril, los dracónidos contemplan a los dioses y a sus sirvientes con suspicacia, ya que siempre han considerado que sus acciones son responsabilidad suya, y no responden a las expectativas de otros, especialmente de seres tan lejanos como los dioses.
Aunque es posible encontrar a unos pocos dracónidos al servicio de instituciones tradicionalmente malignas, no pueden compartir los mandamientos y creencias de la organización.